
En una jornada nerviosa, con multitud de movimientos desde el inicio y un altísimo ritmo durante todo el día, el joven velocista transalpino acabo imponiendo su punta de velocidad tras gestionar los últimos kilómetros muy bien arropado por sus compañeros y abordar la última recta muy bien colocado.
“De nuevo ha sido un día muy, muy rápido. Y muy complicado por el aire. El viento y las caídas han sido los grandes problemas del día. No se ha parado en ningún momento ni se ha consolidado ninguna fuga. Ha sido un día de batalla continua”, explica Jesús Hernández, director de la formación.
Los ciclistas han volado. Los 45 km/h de la primera hora de carrera han sido la tónica general de toda la etapa. “El pelotón, por el viento, ha llegado a partirse hasta en cinco grupitos”, añade Hernández. En uno de esos cortes, al final fundamental, el Polartec-Kometa ha logrado incluir a cuatro corredores. Sólo Awet Habtom, quien sufrió una caída en los primeros kilómetros, y Michele Gazzoli, que pasó un mal día, no pudieron mantenerse en ese grupo cabecero.
“Ha sido un día muy duro, con mucho viento”, explica Moschetti. “A mitad de carrera el grupo se ha cortado y en el cabecero hemos logrado entrar cuatro corredores del equipo. Mis compañeros han hecho un trabajo increíble. Camacho en el final ha estado bravísimo. He podido llegar en una óptima colocación a la última curva y después he podido hacer una buena volata”.
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