Cabanes 100k MTB

Mountain bike mediterráneo

Como ya sabéis me encanta descubrir nuevos lugares donde montar en bicicleta. No busco fácil, ni difícil, tan solo busco sensaciones encima de la bici que normalmente no vienen solo dadas por el sendero. El entorno, el paisaje, la climatología y la gente del lugar tienen un componente muy alto de cara al éxito. Cabanes, localidad situada en la provincia de Castellón (Comunidad Valenciana, España) era uno de esos lugares en los que no me había fijado todavía, un pequeño diamante que reluce a pies del mar mediterráneo y que conforme nos alejamos de el la montaña hace su acto de presencia. Este contraste de mar y montaña hacen de Cabanes un lugar realmente especial donde el paisaje cambia de forma radical sin necesidad de recorrer muchos kilómetros. Un clima suave durante todo el año hacen que sea un lugar idóneo para perderse y dar pedales.

Sobre el terreno

Cuando comenzó esta aventura lo primero que hice fue ver la situación sobre un mapa, quería saber exactamente a que nos íbamos a enfrentar, Cabanes se encuentra en la base de un triangulo formado por Tarragona, Zaragoza y Valencia lo cual hace que su comunicación sea fácil y variada. Necesitaba tener más datos acerca de los senderos y la orografía de la zona, así que descolgué el teléfono y llame a mi amigo Paco de Bikes at Forest, ellos fueron los encargados de señalizar esta zona y seguro que podrían ayudarme. Casi de inmediato Paco se apuntaba a la expedición y nos reuníamos en el pueblo de Cabanes.

Los senderos de Cabanes cuentan con un firme donde predomina la piedra y podríamos catalogarlo como un terreno seco, aunque dependiendo de la época del año tal vez puedas encontrarlo algo más húmedo. Se trata de rutas muy bien estudiadas donde hay senderos para todos los niveles de pilotaje, desde la iniciación hasta zonas muy técnicas y rápidas. El clima es uno de sus puntos fuertes y es que los chicos de las ruedas finas ya conocían bien este lugar, muchos equipos profesionales vienen a preparar las pretemporadas porque saben que encontraran un clima benévolo, carreteras poco transitadas y algunos interesantes puertos de montaña.

Otro de los datos que llamó nuestra atención fue su gastronomía, y es que los chicos del Hotel Rural Vía Natura deleitaron nuestro paladar con sus pescados y sus postres caseros. Una gran opción si queréis hacer un viaje en pareja, un hotel romántico y donde el trato humano es lo primordial.