El que será el tercer proyecto deportivo de la Fundación Alberto Contador en la categoría continental crece con la llegada del granadino Alejandro Ropero a su plantilla de cara a la próxima temporada. Se trata de un corredor muy completo y regular que cuenta con una buena punta de velocidad en grupos pequeños. Además, el de Otura ya conoce a la perfección la estructura continental, en tanto que compitió en ella en calidad de stagiaire en la Vuelta a Burgos 2018. Ropero se dejó ver con una fuga y trabajó mucho en favor de sus compañeros.
El andaluz ha sido uno de los corredores más destacados dentro del panorama aficionado español en los últimos años y es otro nuevo ejemplo de corredor formado dentro de los equipos de la Fundación Alberto Contador, a cuyo equipo júnior llegó tras participar en dos ediciones del Campus de Selección. En 2019, Ropero ha logrado multitud de puestos de honor, con la segunda plaza en la general de la Copa de España y la Santikutz Klasika de Legazpi al frente, y tres triunfos: la primera etapa de la Bidasoa Itzulia, la etapa reina de la Vuelta a Zamora y el Trofeo Fira d´Agost de Xátiva. En la última carrera de la temporada, la Volta a Galicia, Ropero se quedó a tres segundos de la victoria en su general final.
“Alejandro fue uno de los tres corredores que subimos de cara a 2017. Aunque puede que saltara siendo el tercer hombre, con su enorme trabajo estos años, y con las ideas muy claras, se ha ganado un hueco en el profesionalismo. Ha ido de menos a más y posiblemente sea el que da el salto más definido como corredor y con más palmarés”, aporta Rafa Díaz Justo, su director en el equipo sub23. “Es un ciclista muy rápido que pasa muy bien la media montaña. Pensamos que, con su edad, se puede adaptar muy bien a la categoría”.
Ropero llegó al cuarto proyecto sub23 de la Fundación Alberto Contador desde un plantel júnior con el que había logrado acabar tercero en la Copa de España de su categoría en 2016, una edición en la que lograría la victoria en su segunda prueba: el Trofeo 15 d´abril de La Canonja. En su promoción a una categoría superior acompañó al onubense Claudio Clavijo y al mallorquín Tomeu Gelabert.
“Es un sueño cumplido, sobre todo por poderlo cumplir con la gente con la que me he formado. Este era el objetivo que tenía en mente desde que salté a la categoría sub23. Conozco los valores de la Fundación, cómo corren, cómo son, cómo tratan a los corredores… Sin lugar a dudas es el mejor sitio para dar el salto. Estoy contento por el año que he hecho, un año en el que he buscado sobre todo ser regular. No he podido rematar en todas las carreras que me hubiera gustado, pero con perspectiva sienta también muy bien estar en la pelea”, explica Ropero sobre su fichaje.
Alejandro Ropero
“De cara al futuro el objetivo inmediato es el adaptarme lo antes posible a la nueva categoría. Sigue quedando margen para la promoción, pero el objetivo es hacernos un nombre y crecer en el campo profesional. Si trabajamos bien y hacemos las cosas de forma correcta llegaremos lejos. Pero también con mucha paciencia. La expectativa es seguir haciéndolo bien, proseguir con la senda del trabajo y, claro, que también respete la suerte para aportar todo lo que pueda al equipo y también recompensar el voto de confianza que han puesto en mí en la Fundación”, concluye.
Félix García Casas, mánager deportivo de los equipos de la Fundación: “Alejandro es otro claro ejemplo de corredor que ha pasado por todas nuestras estructuras procedente del Campus de Selección. Ha ido haciéndose ciclista poco a poco hasta llegar a ser este año uno de los corredores representativos del panorama sub23 en España. Es un ciclista que está preparado y pensamos que se puede adaptar muy bien al profesionalismo. Es solvente, muy inteligente en carrera, tiene buena punta de velocidad y pasa bien la media montaña”.
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