No hace falta ir lejos para pasar unos días de tranquilidad y diversión

No hace falta ir demasiado lejos para encontrar esos días de tranquilidad y diversión que tanto necesitamos. Y es que podemos hacer turismo en España. Ahora que se acerca el verano porque no pasar unos días en una villa de Menorca.

Menorca destaca por sus calas, su excepcional clima durante todo el año, sus costumbres, su tranquilidad y por sus villas!

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Foto: LANOEL

Menorca es una de las islas más "familiares" que tenemos en España, para disfrutar, relajarse y entretenerse. Hay muchas opciones de ocio y de entretenimiento, por lo que si hay algo que te fascinará de ella es que no tendrás tiempo de aburrirte. En verano se puede montar en kayak o hacer snorkel, mientras que en los meses más fríos se pueden hacer visitas históricos a las catacumbas talayóticas que salpican la isla.

En Menorca existe una gran cantidad de monumentos megalíticos: navetas, talayots y taulas, pero junto con ellos se encuentran también galerías, cuevas, etc. Se han encontrado importantes yacimientos arqueológicos en los poblados prehistóricos de Trepucó y Talatí. También destaca la Basílica paleocristiana de Son Bou, una basílica paleocristiana que está en la proximidad de la playa de Son Bou. 

En el Monte Toro, en el centro de la isla se encuentra el Santuario de la Virgen del Monte Toro, la patrona de Menorca.

En la ciudad de Ciutadella destaca la Catedral - Basílica de Santa María de Ciutadella, construida entre 1300 y 1365, que combina estilos góticos y neoclásicos.

También cabe mencionar el Camí de Cavalls, "Camino de Caballos". Es un sendero de gran recorrido que circunvala la isla. Su longitud es de 185 kilómetros con gran variedad geológica y paisajística, pasando por bellas playas, zonas interiores de pasto, cultivo y bosque así como por tramos urbanos como Mahón, capital de la isla en la zona oriental, y Ciutadella en poniente.

No solo las grandes ciudades, como Mahón o la Ciutadella, con su impresionante puerto, tienen mucho que ofrecer. También los pueblos pesqueros, siendo Fornells o Binibeca, por ejemplo, lugares extraordinarios para rodearte de tranquilidad. Los monumentos talayóticos o la historia detrás de las abarcas, las sandalias menorquinas, son algunas de las muchas cosas que puedes aprender si lo tuyo es empaparte con la historia y las costumbres locales. Además puedes aprovechar para degustar la gastronomía como la sobrasada, caldereta de langosta, coca bamba, pastissets, formatjades, carquiñols, ensaimadas... así como el queso y sus famosos embutidos.