La cita nacional es una de las pruebas más montañosas del calendario y un objetivo prioritario para el equipo Burgos BH, que acude con un bloque fuerte y competitivo.
Tres jornadas de ciclismo por el Principado de Asturias y la seguridad de que solo un auténtico escalador puede conseguir el triunfo de la carrera. Ya en dinámica de temporada, y ante un mes de mayo en el que no habrá prácticamente descanso por la sucesión de pruebas, la Vuelta a Asturias abrirá el menú con una etapa de 185 kilómetros entre Oviedo y Pola de Lena. Las siete subidas puntuables, con mención especial al Alto de la Collaona y a la subida a Carabanzo, con sus casi 2 kilómetros a una media por encima del 11%, y tan solo a 7 kilómetros de meta, marcarán las primeras diferencias.
La carrera afronta una jornada por la costa al día siguiente, con los mil y un repechos entre Candás y Luarca. Restará a partir de la villa marinera la ascensión a tres puertos, con el Acebo(7km al 8%) como juez final antes del rápido descenso a Cangas de Narcea. Pero será difícil cantar victoria hasta la misma línea de meta de la tercera etapa, con solo 125 kilómetros y la mítica subida al Naranco antes de ascender El Violeo, cuyas rampas harán una selección previa de cara a dilucidar al vencedor de la carrera.
El equipo Burgos BH convoca a su plantel más escalador, con los asturianos Pelayo Sánchez y Dani Navarro, Ángel Madrazo, Ander Okamika, Óscar Cabedo, Alex Molenaar y Juan Felipe Osorio dirigidos por Rubén Pérez.
El técnico explica la intención con la que se acude a la cita nacional: "Tenemos ilusión y ganas de seguir dando pasos adelante. Creo que el equipo está reflejando su valentía, pero buscamos también emocionar. Dani Navarro y Pelayo Sánchez, que corren en casa, van a dejarse ver seguro y queremos estrenar ese casillero de victorias que tanto se resiste. Sería muy bonito hacerlo en una carrera como la Vuelta a Asturias."
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