El decálogo definitivo para circular en bici por la ciudad - 10 consejos básicos para moverte en bici sin preocupaciones

El número de personas que se desplaza en bicicleta dentro de localidades ha crecido un 40% desde 2019.

Seguir las recomendaciones básicas aumenta notablemente la seguridad para ciclistas y demás protagonistas que comparten la vía pública.

El uso de las bicicletas en la ciudad no para de crecer. Ya sea por sostenibilidad, por llevar una vida más saludable o porque resulte más agradable usar este medio de transporte. Lo cierto es que desde 2019, el uso de la bicicleta dentro de las localidades ha crecido en España más de un 40%. Es más, el país se ha propuesto para 2030 que el 10% de los desplazamientos urbanos se hagan en este transporte.

Un mayor uso de bicicletas en las ciudades conlleva también un comportamiento cívico necesario para que los desplazamientos sean más seguros. Kleta, la startup de suscripción de bicicletas, propone una serie de consejos básicos que sirven para mejorar la seguridad vial. Este es su decálogo para moverte en bici por la ciudad sin preocupaciones:

1 Semáforos y señalización
Al igual que el resto de vehículos que circulan en una ciudad, las bicicletas deben seguir la regulación de las señales de tráfico y los semáforos. Los carriles bici también tienen su propia señalización que, como el resto, debe ser respetada. Es una cuestión de seguridad, porque saltarse un semáforo en rojo puede causar una colisión con un vehículo que venga de una intersección o puede ocasionar un accidente con un peatón.

2 Iluminación y timbre
Este es un consejo básico para la seguridad del propio ciclista. Las bicicletas deben tener sistemas de iluminación que permitan ser visto al ciclista con más facilidad. Es algo que queda fuera de toda duda durante las horas de menos luz, pero sirve para todo el día, ya que la iluminación, a pesar de estar a pleno sol, ayuda al resto de conductores a ver una bicicleta.
El timbre también es muy importante para avisar de nuestra posición en caso de necesitarlo y es algo que ayuda a peatones u otros vehículos a percatarse de nuestra presencia.

3 Aprender a señalizar cambios de dirección o de velocidad
Al compartir vía con más usuarios de bici y vehículos motorizados, hay que tener en cuenta que quienes se desplazan alrededor de un ciclista no tienen forma de conocer las intenciones de este. Para eso, existen unos gestos que ayudan a mostrar si se va a frenar o a girar. Si el desvío es a la izquierda, el ciclista debe estirar el brazo izquierdo hacia ese lado, avisando del cambio. Para la derecha existen dos opciones: hacer lo mismo, pero con el brazo derecho o levantar el brazo izquierdo haciendo un ángulo de 90 grados. En caso de frenar, se estira el brazo izquierdo y, con la palma mirando al suelo, se hacen gestos cortos arriba y abajo.

4 Usar los carriles bici siempre que se pueda
Cada vez son más los kilómetros de carril bici que existen en España. Actualmente, las principales ciudades españolas suman ya más de 1.000 kilómetros, y siguen subiendo. Siempre que se pueda, los ciclistas deberían usar este espacio preparado para ellos, ya que son mucho más seguros y cómodos para el ciclista y, en muchas ocasiones, suelen ser caminos mucho más rápidos que los propios carriles de circulación al tener menos semáforos o preferencia.

5 No utilizar las aceras
Relacionado con el punto anterior, está prohibido circular por las aceras. Por eso la recomendación es evitar a toda costa desplazarse montado en la bicicleta por estas zonas, ya que se pone en riesgo la seguridad de los viandantes, a la vez que el ciclista se arriesga a sufrir una multa.
Siempre que haya que atravesar una acera o desplazarse durante unos metros por ella, hay que bajarse de la bicicleta y caminar hasta abandonar el pavimento de los peatones.

6 Medidas de seguridad
Circular en bicicleta es una magnífica opción para desplazarse por la ciudad. Pero esto no está reñido con tomar una serie de medidas de seguridad. Algunos consejos son básicos como llevar un casco, pero también es una buena opción llevar unos guantes que nos protejan las manos en caso de caída.
Por supuesto, es muy importante mantener siempre la atención poniendo ojos y oídos en la ruta, por lo que está prohibido el uso de auriculares, con los que se pierde la atención en la carretera y no percibimos lo que nos rodea.

7 Planificar la ruta, buscar las vías más seguras
La forma más eficiente para moverse por la ciudad es planificando la ruta. Cuando cogemos el transporte público o vamos a viajar en coche, se suele revisar el recorrido a seguir. Con la bicicleta se debe hacer lo mismo: ver qué calles tienen carril bici y cuáles no para escoger las más seguras; decidir qué vías tienen menos tráfico y cuáles son mejores para ir con la bici; o, incluso, conocer si algunas tienen fuertes desniveles.
Precisamente, Kleta dispone en su app con una funcionalidad que permite establecer recorridos por las calles que son más seguras porque cuentan con los mejores carriles bici.

8 0’0% de alcohol sobre la bicicleta
Conducir bajo los efectos del alcohol es muy peligroso porque nuestras capacidades se reducen, lo que puede desembocar en accidentes que pongan en riesgo la vida propia y la de otras personas.
Además, conducir después de haber bebido alcohol acarrea multas de entre 500 y 1.000 euros, dependiendo de la tasa ingerida o de la reincidencia.

9 Tener el material en óptimas condiciones
Igual de seguro es llevar puesto el casco, como tener la bicicleta en buen estado. Lo primero, hay que vigilar que las ruedas estén correctamente hinchadas. Hay que ser conscientes de que el único elemento que está en contacto con el suelo son los neumáticos, por lo que deben estar en óptimas condiciones.
Lo mismo ocurre con los frenos, son el primer sistema de seguridad ante un imprevisto, así que se recomienda frenar simétricamente, con los dos frenos a la vez, y si el usuario siente algo fuera de lo normal al frenar, hacerle un mantenimiento a la bici. Otros elementos como la cadena, los pedales, el sillín o el manillar deben pasar también una revisión periódica, y en el caso del sillín y el manillar, asegurarse que están a la altura correcta de cada usuario, para mayor comodidad y evitar lesiones de rodilla.

10 Tener una bici con cesta
Puede parecer algo menor porque estamos dentro de la ciudad, pero tener una bici con cesta para llevar lo que el usuario necesite nunca está de más. Hay recorridos que son más largos, puede hacer calor si es verano o podemos tener cualquier imprevisto, es por eso que es una ventaja tener una bici con cesta para llevar un botellín de agua o lo que se necesite a mano para evitar situaciones e imprevistos que puedan surgir en la ciudad

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