SEPTIEMBRE UN MES MUY CICLISTA

Este año la Vuelta a España terminó en la plaza del Obradoiro. Hacía más de veinte años que la Vuelta no terminaba en otra ciudad que no fuera Madrid y casualmente la última vez fue en el año 1993 y la Vuelta terminó también en Santiago de Compostela.
Este año cinco etapas de la Vuelta discurrieron por carreteras gallegas. Se vio que en Galicia el ciclismo es un deporte que gusta porque miles de personas, aficionados o no del ciclismo, salieron a las calles para ver el paso de los ciclistas.
Tanto las salidas de etapa como las llegadas fueron todo un éxito. Además se escogieron recurridos muy adecuados, donde la hermosura de los paisajes y la dificultad estuvo siempre presente.
La subida al monte Castrove me pareció una de las mejores subidas que vi en los últimos años por su dureza. A pesar de ser considerado un puerto de segunda categoría, hizo más diferencias que los Lagos de Covadonga.
El remate final en la plaza del Obradoiro fue el epílogo perfecto de una magnífica Vuelta a España.
La semana siguiente se disputó la Volta a Galicia. La primera etapa contó con un doble sector, por la mañana se disputó una cronoescalada al Pedroso y por la tarde una etapa en línea con final en el alto de Montouto. La segunda etapa discurrió por la provincia de Coruña, con salida y llegada en Coruña y el tercero tuvo en Sanxenxo la salida y llegada.
Este año el Volta a Galicia estuvo muy disputada, entre los seis primeros clasificados hubo menos de veinte segundos de diferencia. El ganador fue Aitor González del equipo Clube Ciclista Padronés - Aluminios Cortizo.
Un descubrimiento que me dejó el Volta a Galicia fue el puerto de montaña de Vinseiro, al lado de la Estrada, es un sitio muy bonito y un puerto bastante largo, para salir a dar una vuelta en bici.
La semana siguiente se disputó en Ponferrada el Mundial de Ciclismo. En varias disciplinas se produjeron sorpresas.
En la contrarreloj por equipos el gran favorito la Omega Pharma-Quick Step, ganador de los dos últimos años, no pudo pasar del tercero puesto. El vencedor fue el equipo BMC Racing Team, el que demuestra que preparó esta prueba a conciencia.
En la prueba femenina de línea se produjo otra sorpresa, ya que Marianne Vos no consiguió ninguna medalla. Desde que participa en los mundiales, los últimos ocho años, no bajó del podium, consiguió tres oro y cinco plata. Pero este año no pudo pasar de la décima posición. La ciclista más rápida en el sprint fue la francesa Pauline Ferrand-Prévot.
En la prueba masculina elite de línea el ganador fue el polaco Michal Kwiatkowski, fue el corredor más listo y atacó en el momento idóneo, mientras el resto de corredores se vigilaban él aprovechó para distanciarse unos segundos y así poder conseguir la victoria. La plata la consiguió el australiano Simon Gerrans, y el bronce el español Alejandro Valverde.
Creo que España lo pasará muy mal en los próximos mundiales porque actualmente no se esta a cuidar la cantera como se merece.
Una de las cosas que me llamó la atención fue que selecciones como: Eritrea, Turquía... tenían muy pocos medios comparadas con otras selecciones. Lo importante es que sus corredores corran estas carreras internacionales para que cojan experiencia de cara al futuro, pero siempre intentando competir en las mismas condiciones que el resto.

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