El Padronés Cortizo disputa desde hoy la Vuelta a Navarra

Marcos Serrano apuesta por los escaladores para esta prueba de cuatro etapas con protagonismo para la montaña

Sin tiempo para saborear las victorias del pasado fin de semana, el Club Ciclista Padronés afronta la Vuelta a Navarra, una prueba de cuatro etapas con mucha montaña, por lo que Marcos Serrano dará protagonismo a sus mejores escaladores.

Sinuhé Fernández será uno de los hombres fuertes del Cortizo. El ovetense conoce muy bien el recorrido, ya que fue su lugar de entrenamiento habitual la pasada temporada en las filas del Lizarte, y ha demostrado esta campaña que se defiende muy bien cuando la carretera empieza a picar hacia arriba. Sinuhé fraguó en la subida de A Pereira su triunfo en la Clásica de Pascua y cuajó grandes actuaciones en la Vuelta a Extremadura, la Challenge Alicante Interior y la Volta ao Baixo Miño. El Padronés también contará con las bazas de Sergio Chumil, ganador de la Copa de Vigo tras un ascenso imparable camino de A Madroa, o David Delgado, vigente campeón de la Subida a Gorla y de la Clásica de Torredonjimeno. Junto a ellos, la punta de velocidad de Vojtech Kminek para un final al esprín, el trabajo del gregario Álvaro Carasa y la juventud y fuerza de los gallegos Martín Rey, vencedor el domingo en Oia, y Alejandro Paz, también en gran momento de forma.

La competición arrancará este jueves con una tirada de 160 kilómetros con salida y llegada en Lodosa. Sobre el papel, será la menos exigente, con un recorrido que incluye solo dos puertos de cuarta categoría, pero que contará con un tramo de diez kilómetros por un camino de tierra que podría marcar las primeras diferencias en la jornada inaugural. El viernes, el pelotón deberá completar 137 kilómetros entre Artica y Berrioplano. Será un día para los escaladores puros, con cinco altos puntuables, dos de primera categoría, entre ellos el espectacular final en San Cristóbal. El sábado la Vuelta a Navarra visitará la capital, Pamplona, donde estará situado el inicio y la meta de una etapa rompepiernas de 136 kilómetros y nueve muros. El domingo la carrera celebrará la tirada definitiva desde Cáseda a la ermita de Muskilda con un duro final en alto después de haber completado 150 kilómetros y seis altos puntuables.

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