Desde que comencé con A NAVALLA…
He explicado el por qué.
He hecho un planteamiento general con una guía.
He desmontado al deportista.
He hablado de de fisiología básica y de los “mecánicos”.
He abordado las vías metabólicas: “los motores”.
Y llegado el momento te he hablado de cuantificación de la carga externa, para cuando la frecuencia cardíaca deja de ser un medidor fiable, con una fórmula hiper - sencilla.
¿Por qué tan sencilla? Porque necesitamos que sea así, porque no tenemos capacidad de aprehender toda la realidad que nos rodea y mucho menos de controlar cuantas variables pueden afectar a nuestro rendimiento ni a nuestra salud. Como muestra un botón: hace un par de años estábamos asustados y encerrados en nuestras casas porque “un chino se comió un murciélago”... esos eran los “memes” que bromeaban con el origen de la pandemia, pero la idea se acerca bastante al control que podemos tener sobre nuestro rendimiento a través del entrenamiento. Te he propuesto una fórmula muy sencilla. En el fondo TRIMP, TSS… todas lo son. Todas tratan de poner un número a algo que no se puede medir.
Todo cuanto te vengo contando en A NAVALLA parece una simplificación extrema pero no lo es. Piénsalo: te he hablado de que tenemos un taller de mecánicos que hace reparaciones entre un entrenamiento y el siguiente para mejorar nuestra “máquina”. Una simplificación absurda, pero no lo entiendas así por favor. Ya en los fascículos 9 y siguientes donde te hablaba de esto contaba que era importantísimo aquello a lo que dí en llamar “bajar la persiana del taller” para dejarles trabajar. Ese “equipo de mecánicos” no entiende solo de entrenamiento, son los que tienes para todo. Si sufres de stress continuo la persiana no bajará nunca de todo, y no sé de qué trabajas pero seguro que no te será agradable tener al jefe o al cliente asomando por encima del hombro todo el día; eso mismo pasa en tu organismo cuando los niveles de cortisol son elevados y no permiten entrar en acción al triptófano que facilita el descanso y ligada a este la hormona de crecimiento.
En tu “taller” puede haber una baja por enfermedad (anemia), una pelea entre compañeros (mal funcionamiento de algún marcador) o incluso que entren a robar (infección). Al igual que en un taller de verdad muchas de estas cosas pasan inadvertidas a los ojos del “jefe” y no eres consciente de las luchas que suceden dentro de ti, eso solo pasa cuando aparece uno de esos que tenemos etiquetados como “síntomas”. Siempre me llama la atención la seguridad con la que los deportista afirmamos cosas como “tengo un FTP de X”. Afirmar algo así es una soberbia falacia y tenemos que ser conscientes de esto. Lo correcto es decir (o por lo menos ser conscientes): “hace tres días realicé un test de 20' en el que fui capaz de mover X/0,92W”. No te quedes con los números. No todos los días estás igual, no todos los días eres capaz de hacer el mismo esfuerzo… y si eres capaz de repetir un test de 20' dos días seguidos es que no lo has hecho bien. Pero de esos números pretendemos inferir “zonas de entrenamiento”, niveles de fatiga, etc... ¿me explico?
Necesitamos llevar todo a la mínima expresión porque no tenemos capacidad de comprender la realidad en toda su plenitud. Necesitamos saber si la bolsa va a subir o bajar, pero es imposible prever la caída de un rayo en una factoría que interrumpa la producción y haga perder millones de euros en valor a una empresa del IBEX.
No tenemos capacidad real de medir nada. Hay un sistema tremendamente complejo y que funciona a la perfección, que lleva siendo desarrollado durante millones de años. Es tan perfecto que si te das un golpe en una rodilla provoca inflamación y dolor para evitar que te muevas y permitir la recuperación, tan perfecto que mide la deshidratación de forma instantánea y envía una señal automáticamente que se llama sed. Ya traemos ese sistema de serie, pero solo entiende de supervivencia, no entiende de carreras… a no ser que corras delante de un oso, jeje. En la métrica que te he propuesto que puedes desarrollar incluímos por esto tu propia percepción. El propósito es que como deportista puedas prestar atención a todas esas señales que ya existen en tu organismo, que funcionan a la perfección y aprenda a utilizarlos en tu favor.
La DFA Alpha 1, de la que te he hablado en alguna ocasión, se acerca a este propósito ya que sobre el papel estaría mostrando la verdadera carga interna que soportamos integrando cuantos posibles parámetros afectan a la misma, pero queda mucho camino por avanzar sobre ella y tampoco funciona de forma idéntica en cada individuo.
Es por esto que tus propias percepciones son esenciales, lo mejor que tenemos hasta ahora, son la verdadera guía para tu entrenador o bien para tí que diseñas tus propios entrenamientos, pero tienes que ser capaz de interpretarlas de un modo adecuado y no es fácil. Aún así te animo a que pruebes…
Puedes escribirme para profundizar más sobre esto en la dirección que figura abajo.
¡Nos leemos aquí y nos saludamos en la carretera!
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