Os vengo contando aquí mi modo personal de entender el entrenamiento deportivo, hoy voy a comenzar con algo que a todos nos atrae especialmente porque suele ser una de las partes que más nos gusta en el entrenamiento: llámalo intervalo, llámalo serie… voy a empezar fuerte con esto porque me gustan las cosas claras:
23 fascículos semanales y un total de 6 meses te llevo hablando sobre entrenamiento deportivo y aquello a lo que solemos limitarnos en nuestra percepción sobre el carácter del entrenamiento todavía no lo he tratado… un día, hace unos meses se me dio por hacer esta infografía:
El entrenamiento interválico no sólo tiene una importancia limitada dentro de la totalidad de factores que afectan al rendimiento y del resto de actividades y estímulos que debes buscar en tus entrenamientos, lo cierto es que si no prestas la atención que merecen estos otros estímulos el trabajo interválico no dará los frutos esperables. Para hacértelo más visual: ya que siempre te hablo de esos “mecánicos” que deben trabajar en tu máquina después de cada entrenamiento… ¿sabes ese Ford Fiesta con alerones y la pegatina de TURBO?... pues más o menos.
Y después de haberte tirado la moral por los suelos en esta introducción voy a tratar de centrar un poco el tema para que tengamos claro de qué vamos a hablar en los próximos fascículos…
Vamos a hablar fundamentalmente de capacidad aeróbica, esto es, la capacidad de tu organismo de generar energía utilizando el oxígeno que le aportas con la respiración y esta capacidad vendrá marcada por dos hitos que modulan su funcionamiento según la intensidad, estoy hablando de los umbrales. Da igual cómo les quieras llamar, de qué forma los calcules o el método que utilices para registrar tus entrenamientos, lo realmente importante debería ser tratar de aprender a identificarlos durante el esfuerzo. A medida que avanza la tecnología y tenemos más herramientas a nuestra disposición son menos los deportistas capaces por sí mismos de identificar en qué intensidad se están ejercitando en un momento preciso y este debería ser el punto de partida básico para cualquier persona que pretenda “ENTRENAR”.
El primer umbral determina el momento aproximado en el que tu “motor Barreiros” ya no da abasto y comienza a necesitar ayuda (lo vimos aquí: A NAVALLA DE BOTIS - Fascículo 6: Desmontando un deportista. Capítulo II: o motor Barreiros) y también vimos un modo de identificarlo “por las bravas”. Lo que nos importa es que a partir de ese nivel de intensidad tu organismo echa mano de otro motor el cual irá dejando ya materiales de desecho que habrá que ir eliminando.
El segundo umbral se sitúa alrededor de esa intensidad en la que esos materiales de desecho se comienzan a acumular en tu organismo, el primer síntoma es que tu respiración comienzo a acelerarse para poder eliminar el gas carbónico. Si recuerdas el fascículo donde te introducía esta vía metabólica de la glucólisis (aquí: A NAVALLA DE BOTIS. Fascículo 21, cambio de tercio) podemos decir que es el punto donde se activa la electro - válvula de ese “motor V-tec”: sube la temperatura, el consumo, los gases tóxicos a eliminar… en definitiva, la fatiga…
¿Y tú? ¿Eres capaz de identificar a qué intensidad te ejercitas sin necesidad de algún aparato?
¡Nos leemos aquí y nos saludamos en la carretera!
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